En el paladar de los consumidores de documentales, los de naturaleza han ocupado siempre un lugar privilegiado. Tras el confinamiento, el interés por disfrutar por este tipo de documentales se multiplicó.

Los documentales de naturaleza españoles son apreciados en los mercados. El nivel técnico de los profesionales es bien conocido, así como la creatividad con que afrontan las temáticas naturales.

Pero algunos desafíos permanecen para el sector. Y el principal sigue siendo el de la financiación.

El documental cinematográfico de naturaleza puede acceder a las ayudas a la producción del ICAA y también entrar dentro de la obligación de inversión por parte de los operadores de televisión, sobre todo públicos. Apoyos con los que no cuenta el documental televisivo.  

Y es que el modelo de financiación de documentales, como ha ido ocurriendo en todo el ámbito audiovisual, vive una fase de cambio, en el que la TV en abierto, tradicionalmente su principal motor, ha visto reducida su contribución a la producción independiente. 

“El documental español se vende muy bien, pero tiene que competir con producciones anglosajonas que cuentan a veces con 30 veces más de presupuesto”, explica Carlos Sevillano, responsable de la distribuidora Ártico
Distribution. 

“La inversión que se hace en España en comparación con otros países es pequeña. En el pasado los canales de TV apoyaban la producción de naturaleza española, pero ahora prefieren adquirirlos”, lamenta Sevillano.

"En cuanto a la financiación, me temo que los productores españoles siguen tirando mucho de su pasión, de la confianza en que van viendo crecer sus catálogos y van acumulando más horas, que llegarán a más mercados", comenta Pablo Alemán, de Wild Stories.

Efectivamente, la multiplicidad de ventanas está permitiendo generar nuevos nichos de mercado como los canales fast, nuevas plataformas online en los que los documentales encuentran acomodo más fácilmente.

Con una trayectoria de más de 18 años distribuyendo documental en el mercado, Sevillano aprecia “la capacidad de resistencia de esta industria”. 

“Cuando una puerta se cierra, otra puerta se abre”, indica.

Otra de las asignaturas pendientes del sector del documental español es la creación de una asociación que defienda sus intereses específicos. "Para que mejoren las cosas todos los productores de documentales deberían unificarse”, dice Sevillano, cuyo catálogo incluye títulos como El salvaje mundo de Magallanes, una producción de Green Dreams Films que mezcla historia y vida natural, expansión del documental Esférica, coproducido por RTVE.