La banda sonora de la historia del cine nacional como retrato de culturas y protagonistas viviendo al margen de la ley
A finales de la década de los ’70 y los años ’80 del pasado siglo, España vivía sumida en una profunda crisis económica. Mientras el país dejaba atrás los años negros de la dictadura franquista y abrazaba la democracia, una parte de la población que había quedado marginada, social y económicamente, trataba de buscarse la vida atracando bancos o levantando carteras y bolsos para conseguir unas cuantas pesetas. Son los años de la entrada sin piedad de las drogas duras, con el consecuente trapicheo y los enormes estragos causados por la heroína, dejando a jóvenes marginados en la cuneta y madres destrozadas por la situación insostenible.
Este panorama también brindó la oportunidad de que surgieran expresiones artísticas de esa marginalidad, dando voz a los episodios de robo, relación con la autoridad, colegueo y el impacto que las drogas generaban entre los que en ellas habían caído y el sufrimiento causado en amigos y familiares. Todo ello, dibujó un perfil de sus protagonistas a los que se les denominó “Kinkis”. (expresión adaptada del mundo de la chatarra y el trapicheo con la quincalla – objetos desechados y de muy poco valor que podía ser el único sustento económico de una familia). La cultura integra a través del cómic, la música y el cine, principalmente, toda esa vía de expresión. El cine “Kinki” recibe esa denominación al poner el foco en esos protagonistas y sus avatares en la vida y, como no podía ser de otra manera, la película de esas vidas venía acompañada de la música como expresión de esa generación y las zonas deprimidas, marcando el sonido y la banda sonora de esas historias y alcanzando un éxito comercial muy importante en la época.
Tanto los protagonistas y personajes de esas películas como los participantes de esas canciones y bandas sonores, vivían y sufrían en primera persona la depresión de los tiempos y la pérdida en primera persona por los estragos de la droga. Referencias como Los Chunguitos, con su canción “Me sabe humo” o Los Chichos y su “Quiero ser libre”; constituyen himnos de esa época. Directores como José Antonio de la Loma o Eloy de la Iglesia, fueron algunos de los principales precursores y retratistas de ese cine y películas como “El Pico”, “El Vaquilla” o “Perros callejeros”; marcaron una época en nuestro cine.