Anabel y su madre, Delia, lloran la muerte de Julián, el padre de Anabel. Una orden de desahucio les obliga a abandonar su casa de Barcelona y regresar a los olivares de Jaén que un día abandonaron en busca de un futuro mejor. Juntos buscarán la forma de reconstruir su futuro volviendo a sus raíces abandonadas.

Lucía vive una vida sin sobresaltos como informática en Madrid. Cuando la empresa quiebra debido a un desfalco, decide dar un giro radical a su vida y convertirse en taxista. En el taxi conoce a gente variopinta, como Roberta, una productora teatral con la que entabla una gran amistad, y Ricardo, un periodista que le tira los tejos a la menor oportunidad. Sin embargo, Lucía espera en secreto que, algún día, Braulio, un actor con el que tuvo una aventura fugaz y al que debe su obsesión por el aria "Nessun Dorma" de Turandot, se suba a su taxi y se convierta por fin en su príncipe azul. Pero la realidad puede ser tozuda y las personas pueden no ser realmente quienes parecen ser...

Misandric, la bruja reina Esmeralda, se las arregla para escapar de la flota de las Indias Occidentales y se establece en una isla desierta con sus dos hijas (las princesas Rubí y Salmón) de manera que pueden librarse de la influencia masculina, pero la isla resulta estar habitada por un leñador misógino y sus dos hijos (leñadores Verdemar y Azulcielo), por lo que las mujeres se disfrazan de hombre.

Joaquín, Brujo y Luismi, tres canallas de barrio, vuelven a encontrarse después de veinte años. Brujo y Luismi siguen sin oficio pero con algún que otro beneficio, mientras que Joaquín se ha convertido en un importante empresario. O eso cree él. A sus 47 primaveras sigue viviendo en Orcasitas, en casa de Esther, su madre, junto a Brenda, su hija, campeona de yo-yó, y Chema, su hermano, soldador y maestro ¨Wing-chun¨. Joaquín vive en un 9ºB, a nueve pisos de su realidad, y un día recibe la notificación del juzgado informándoles del embargo de la casa por un préstamo de Joaquín que Esther avaló.

Intentará conseguir el dinero necesario para evitar el desahucio, pero las brillantes ideas de Brujo y Luismi acabarán hundiendo a Joaquín aún más en la miseria. Los tres amigos iniciarán entonces una aventura desesperada para solucionar el problema, arrastrando con ello a toda la familia.

Flora y Victor son ganadores, capaces de llevar su competitividad al extremo, incluso en su matrimonio. Tanto es su odio por perder que no tienen ningún problema en discutir hasta el amargo final para ganar una pelea, o simplemente para demostrar quién tiene razón o quién está equivocado, sin importar lo absurdo que sea.

Entonces, cuando se trata de su divorcio, ambos quieren ganar. Pero a diferencia de lo que suele suceder, esta pareja lucha con uñas y dientes para NO obtener la custodia de sus tres hijos, Alexia, Sara y Juan, quienes deben soportar los esfuerzos de sus padres para convencerlos de que vivir solos con cualquiera de ellos sería un infierno.

Alcastrer, Ponent. Un pequeño pueblo donde sólo viven 100 personas. Joan, un campesino viejo y malcarado, está cansado de sufrir robos en la masía y decide sumarse a la ronda nocturna de campesinos que vigila las tierras. Su hijo Pep, que acaba de regresar de ciudad, le acompaña.